Dicen que la maternidad viene a cambiarte la vida, la mayoría enaltece el lazo que generas con tu bebé y lo maravilloso que es tenerlos. Y si amigos, es maravilloso ser mamá, pero, lo que nadie te cuenta es la parte no romantizada, esos momentos donde sientes que ya no puedes más y piensas por un momento en rendirte.
Así que me gustaría contarles mi experiencia acompañada de ciertos consejos para llegar a un equilibrio entre sus distintas esferas (maternidad, deporte, trabajo, pareja, amigos) siempre recordando que cada ser humano es diferente y vive las cosas a su manera, este texto relata lo que yo viví y como lo afronte para que, si en algún momento una mamá se siente como yo, sepa que todo va a ir mejor.
Partamos pues de que la maternidad y la práctica del tiro con arco son dos viajes intrincados, y cuando ambos coinciden, se presenta una historia única de valentía, resistencia y crecimiento personal. En este artículo, exploraremos los retos que enfrentamos las mujeres que practicamos tiro con arco y decidimos ser mamás, destacando cómo encontrar equilibrio y continuar persiguiendo nuestras metas.
Embarazo y Ajustes en la Práctica
Todos lo sabemos, el embarazo trae consigo una serie de cambios físicos, y las arqueras embarazadas a menudo deben ajustar su técnica y postura. En mi caso tuve un embarazo excepcional, no tuve complicaciones por lo que pude llevar mi práctica hasta la semana 34 (mi gremlin nacio 4 semanas después), suspendí mi entrenamiento porque ir y venir por flechas se volvió toda una odisea para mis pies (y mi vejiga jajaja), pero hoy día me queda claro que esas caminatas fueron parte clave de mi buena salud durante el embarazo. La seguridad por otro lado, es primordial, y trabajar con entrenadores especializados puede ser clave para adaptar el tiro con arco a las necesidades cambiantes del cuerpo, esto puede incluir disminución de libraje, cambio en soltador (para el caso de quienes tiran con arco compuesto), ajustes en postura o posición de pies.
El bebé nació, bienvenida al postparto
Después del nacimiento, el regreso a la práctica del tiro con arco puede ser un desafío logístico y emocional. El tiempo y la energía pueden ser limitados, pero muchas arqueras encuentran que la arquería se convierte en un valioso escape, proporcionando momentos de paz y autodescubrimiento.
Esta etapa puede llegar a ser difícil y frustrante, en mi caso tuve una cesárea lo que llevó a una recuperación más larga. Mi consejo: dale tiempo y amor a tu cuerpo, poco a poco volverás a recuperar la fuerza y resistencia.
El arte de encontrar tiempo
Una de las mayores luchas es encontrar tiempo para la práctica del tiro con arco en medio de las demandas de la maternidad, el trabajo, vida social y pareja. Un gran elemento que integre de manera más estructurada a mi vida diaria fue un life tracker, esto puede ser reemplazado por una agenda donde anotar todos tus pendientes y un tip adicional es asignarles colores por tipo de actividad para ubicar de manera rápida los urgentes o primordiales.
Y sobre todas las cosas, reintegra tus actividades de manera gradual. Creeme tus amigos están ansiosos por volver a verte y conocer al nuevo integrante de la familia, pero entenderán si necesitas tiempo antes de ese reencuentro.
Comunidad y apoyo
La creación y participación en comunidades de arqueras y madres arqueras puede ser fundamental. Compartir experiencias, consejos y logros crea un ambiente de apoyo que empodera a las mujeres en esta dualidad única. Con el proyecto de YACOR buscamos generar esa comunidad donde podamos expresar nuestras dudas y sentir para lograr un espacio de respeto y escucha a todas las voces.
Redefiniendo el éxito
La maternidad a menudo redefine nuestras percepciones de éxito. Las arqueras y madres arqueras pueden encontrar una nueva apreciación por la paciencia, la perseverancia y la capacidad de superar desafíos tanto en la línea de tiro como en la vida cotidiana. Como al inicio de esta nueva etapa, date tiempo para evaluar tus metas y en caso de ser necesario ajustarlas a tu nueva dinámica de vida.
Conclusión: Ser una arquera y una madre es un equilibrio precario, pero las mujeres que abrazan ambas facetas descubren una fortaleza interior inigualable. A través de la arquería y la maternidad, estas mujeres moldean historias de determinación, inspirando a otras a perseguir sus pasiones sin importar las circunstancias.
En última instancia, la arquería y la maternidad no sólo coexisten, sino que se complementan, creando una narrativa única de gracia, fuerza y la maravilla de equilibrar dos mundos extraordinarios.